Cuentos breves
Gabriel Jiménez Emán. (Escritor venezolano. 1950)
LOS DIENTES DE RAQUEL (1973)
Raquel mordió una manzana, y todos sus dientes quedaron en ella. Fue a su casa con la boca sangrando a avisarle a su mamá. La mamá vino corriendo asustada a buscar los dientes de Raquel, y cuando llegó, los dientes se habían comido la manzana.
La mamá quiso recogerlos, pero los dientes se levantaron y se comieron a Raquel y a la mamá.
Después los dientes volvieron a la boca de Raquel, quien muy hambrienta corrió a pedirle a su mamá que le comprara una manzana.
EL MÉTODO DEDUCTIVO (2002)
Al abrir el periódico, vio que el asesino le apuntaba desde la foto. Lo cerró rápido, antes de que la bala pudiera alcanzarle en la frente. Dejó el periódico a su lado, todavía humeante.
EN LÍNEA (2002)
Su permanente necesidad de usar el teléfono lo llevó del inalámbrico al radiocontacto, y de éste al celular, y de éste a otro celular más liviano y pequeño, y de ahí a otro modelo que no fuese necesario pulsar o sostener en la mano. Puesto que ya no le hacía falta hablar personalmente con nadie se hizo un implante telefónico cerebral que lo mantiene todo el día hablando consigo mismo en la sala del psiquiátrico.
LOS BRAZOS DE KALYM (1973)
Kalym se arrancó los brazos y los lanzó a un abismo. Al llegar a su casa, su mujer le preguntó sorprendida: "¿Qué has hecho con tus brazos?"
—Me cansé de ellos y me los arranqué —respondió Kalym.
—Tendrás que ir a buscarlos, vas a necesitarlos para el almuerzo. ¿Dónde están?
—En un abismo, muy lejos de aquí.
— ¿Y cómo has hecho para arrancártelos?
—Me despegué el derecho con el izquierdo, y el izquierdo con el derecho.
—No puede ser —respondió su mujer— pues necesitabas el izquierdo para arrancarte el derecho, pero ya te lo habías arrancado.
—Ya lo sé, mujer, mis brazos son algo muy extraño. Olvidemos eso por ahora y vayamos a dormir —dijo Kalym abrazando a su mujer.